«El motel de los destinos cruzados», 2013
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En 1973, Italo Calvino publicó “El castillo de los destinos cruzados” donde empleaba dos barajas de tarot distintas, la Visconti y la de Marsella, para desarrollar varios relatos cortos.
En función de la baraja, los relatos se dividen en dos series distintas. La primera produce “El castillo”, con un lenguaje refinado, mientras que la segunda “La taberna”, es de un estilo más popular.
Junto con los relatos, Calvino incluyó un texto donde explicaba la concepción y desarrollo de su obra; reproduzco el final del mismo:
“Quiero decir también que durante cierto tiempo fue mi intención que este libro contuviera no dos sino tres textos. ¿Tenía que buscar una tercera baraja de tarot suficientemente distinta de las otras dos? En un momento dado me sobrevino una sensación de tedio por la prolongada frecuentación de ese repertorio iconográfico medieval-renacentista que me obligaba a desarrollar mi discurso siguiendo ciertos carriles. Sentí la necesidad de crear un brusco contraste repitiendo una operación análoga con material visual moderno. Ahora bien, ¿cuál es el equivalente contemporáneo del tarot como representación del inconsciente colectivo? Pensé en los tebeos, no en las cómicos sino en las dramáticos, de aventuras, de miedo: gángsters, mujeres aterrorizadas, naves espaciales, vampiros, guerra aérea, científicos locos. Pensé en poner al lado de La taberna y El castillo, dentro de un marco análogo, El motel de los destinos cruzados. Algunas personas salvadas de una misteriosa catástrofe se refugian en un motel semidestruido, donde sólo ha quedado una hoja de periódico chamuscada: la página de los tebeos. Los sobrevivientes, que han perdido el habla por el miedo, cuentan sus historias con ayuda de las viñetas, pero no siguiendo el orden de cada tira, sino pasando de una a otra en columnas verticales o en diagonal. No he ido más allá de formular la idea tal y como acabo de exponerla. Mi interés teórico y expresivo por este tipo de experimento se ha agotado. Es hora (desde todo punto de vista) de pasar a otra cosa.”
Al hacer esta ilustración me inspiraron, además de las palabras de Calvino, las portadas de las revistas pulp, que pueden considerarse las antepasadas temáticas y estilísticas de los cómics.
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