«Gruppenführer Louis XVI», 2012 |
En 1971, el escritor polaco Stanislaw Lem publicó Vacío perfecto, una colección de reseñas de obras ficticias, tanto literarias como científicas.
Como bien prologa el autor, todos estos libros pueden clasificarse en tres categorías: parodias literarias con las que ridiculizar ciertas tendencias narrativas; borradores de historias que le hubiese gustado desarrollar y por último los más arriesgados, donde presenta teorías irrealizables e incluso enfrentadas con su propia mentalidad.
Gruppenführer Louis XVI vendría a situarse en la segunda categoría; ya en los primeros párrafos de la reseña Lem establece el marco de la historia:
"La acción esta ubicada en Argentina, en el primer decenio siguiente al final de la guerra mundial El Gruppenfuhrer Siegfried Taudlitz, cincuentón, fugitivo de un Reich destrozado y ocupado por los vencedores, logra refugiarse en America del Sur, llevando consigo una parte del «tesoro» acumulado por la impopular Academia SS (Ahnenerbe), consistente en un baúl reforzado con cintas de acero lleno de dolares en billetes de banco. El ex-general de la SS reúne en torno a su persona a otros fugitivos de Alemania, amén de varios aventureros, y contrata, además, para ciertos servicios no muy bien definidos al principio, a unas cuantas mujeres de vida ligera (el mismo Taudlitz rescata a algunas de ellas de las casas de lenocinio de Río de Janeiro), y organiza una expedición a la región interior de Argentina. La perfección de la organización patentiza su talento como oficial de Estado Mayor.
En un paraje que dista varios centenares de kilómetros del lugar civilizado más próximo, los expedicionarios encuentran unas ruinas de edificios, construidos probablemente por los aztecas hace por lo menos doce siglos. Taudlitz decide convertirlos en su residencia. Tentados por la posibilidad de ganar un poco de dinero, van llegando a ese lugar, al que Taudlitz da en seguida (aún no sabemos por qué) el nombre de «Parisia», indios y mestizos de la región. El ex-Gruppenführer forma con ellos una serie de equipos adiestrados para el trabajo, bajo el control y vigilancia de sus hombres de confianza, armados hasta los dientes. Al cabo de unos años, nace de estas actividades un esbozo de estado, ideado y organizado por Taudlitz. En el personaje de este último hay una extraña mezcla de dureza e implacabilidad con una fantasía alocada: su idea fija es la de recrear —en el corazón de la selva— el estado francés de la época de esplendor monárquico, convencido de que él mismo sería una reencarnación de Luis XVI."
Sin embargo el autor mina su propia ficción con algunas trampas: las ruinas aztecas desplazadas miles de kilómetros hacia la selva argentina; o la propia extensión monstruosa de la obra, dos tomos de 670 páginas dedicados a describir las atrocidades perpetradas por estos "ex- bandidos con capelo y chorreras de encaje."
Es mi intención darle este tratamiento a todas las obras que aparecen en Vacío perfecto, así como a las recogidas en Magnitud imaginaria, otro trabajo de Lem en el que crea prólogos para libros también inexistentes.
Por eso, aunque en el original cada título estaba asociado a una editorial diferente, he decidido reunirlos a todos bajo el sello LEM, como si se tratase de una reedición en formato de bolsillo, dándoles a todos un aspecto gráfico similar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario